El Programa I

El programa no está pensado para hacerlo en un año ya que los cambios personales, a mejor, se van produciendo muy lentos. Sin embargo al comprometernos a trabajar El Programa en un año podemos notar sus beneficios, aunque sean parciales. De entrada veremos cómo abordar cada paso, cuál es la mejor manera de trabajarlo, cómo lo trabajan nuestros compañeros de taller, qué beneficios podemos esperar de cada paso aunque tengamos la sensación de que los dejamos sin acabar, incompletos. Todo esto puede ser mejor si se comparte con personas que ya han hecho El Programa. Al trabajar los pasos vamos a vernos cómo somos, El Programa debe actuar como anestesia cuando veamos nuestros defectos de carácter; no es lo mismo manifestar un defecto de carácter, haciendo daño, a mí, a los demás, que ver ese mismo defecto en mí, que lo identifique. No es lo mismo identificar mis defectos de carácter, que debería hacerlo con la mayor de las ternuras, que cuando los manifiesto sufriendo sus daños. Conocerme no es lo mismo que criticarme por ser como soy; para trabajar el taller necesito tomar una postura de observador benévolo que todo lo que ve lo hace sintiendo ternura, compasión, afecto, cariño, todo el amor por mi del que soy capaz para avanzar en el autoconocimiento; esto no quiere decir que justifique mis defectos solo que mientras intente mejorar me de una tregua evitando los malos pensamientos hacia mí. Creo que trabajar el taller me acerca a la buena vida.