El Programa. Paso Siete LXXXVII

Los grupos me ayudan a mejorar, en todo lo que puedo mejorar. Este Paso Siete no persigue cosas para las que no estoy capacitado, no intenta hacer que sea lo que no soy. Se basa en la autenticidad, en saber la parte de mí que puede mejorar, no para actuar de manera diferente de lo que siento, sino para ser coherente entre mis sentimientos, lo que pienso, lo que digo, lo que hago. En ocasiones puede parecer que no soy yo, que actúo de forma diferente, pero lo que me reconforta es que sale mi mejor yo, ese que no busca el conflicto, que no se vuelve desconfiado, que no actúa con ira, ni celoso, que intenta no dejar de ser yo para que me quieran más. Ver cómo manifiesto, más veces, mi mejor parte, la más auténtica, la más afectiva, la más cercana. Ver cómo no renuncio al proyecto de mi propia vida, sentir que tengo las riendas de mi vida, aunque las cosas no salgan cómo a mí me gustaría, que no me traten como a mí me gustaría; aún así veo cómo he avanzado hacia la buena vida, esa que me pone prioridades, primero mi serenidad, después las relaciones personales, después todo lo demás. Todo eso ha sido posible gracias a grupos de personas que, como yo, quieren mejorar sus vidas, que me muestran su parte más auténtica, que me acogen, me muestran su afecto, me escuchan, no me enjuician. Querer mejorar manifestando la impaciencia hace que siempre pierda, derrotarme ante ella me acerca a la buena vida.