Solo por hoy; esta frase ha sido imprescindible en mi recuperación, sentirme más libre de lo que me hace daño. Al principio fue el alcohol, con 29 años entro en los grupos, tomo contacto con El Programa, fue aquí, el primer día me dijeron, no bebas solo por hoy, así lo hice, hasta hoy, veintiséis años después no he bebido. Liberarme del alcohol me parecía imposible, lo había intentado tantas veces, fracasando, estaba perdiendo las esperanzas. Esa liberación fue el comienzo de muchas, unas fáciles, otras duras como dejar de fumar, solo por hoy no he vuelto a fumar; otras muy difíciles, como la que comencé mi primera vez que trabajé el Paso Siete, hace ya veintiún años, desde entonces siento que me he liberado de los tres defectos de carácter que me separan de los demás, la ira, la envidia, los celos, el camino ha sido muy largo, de muchos años, ahora que siguen estando en mi naturaleza ya no los manifiesto, solo por hoy. El Programa me pide que solo por hoy me derrote ante lo que tantas veces me ha ganado, ante lo que siempre he perdido, pero no a base de castigarme con lo que dije, con el daño que hice. Ahora en este nuevo Paso Siete le pido derrotarme ante la impaciencia. Dejar de autocompadecerme, castigarme, autodestruirme por lo que hice, lo que dije; todo eso ya me lo perdone cuando hice el Paso Quinto. Ahora, solo por hoy, necesito identificar cómo se manifiesta la impaciencia, poder ir conociéndola, poder derrotarme ante ella, acercarme a la buena vida.
