El Programa. Paso Uno VIII

El alcohol al alcoholismo es para mí lo que el control a la codependencia. El motivo de tocar fondo fue una necesiadad de control sobre la persona más cercana a mí. Esto me llevó a un estado de profunda soledad. No quería seguir viviendo así. En mi mayor acto de humildad al verme impotente ante esta situación me dirigí a los grupos de CoDA; nada más llegar sentí que ese era mi sitio, que era posible dejar de controlar la vida de esa persona. Ese momento de consciencia me pareció como una revelación; a la vez que sentí mi derrota total ante ese comportamiento sentí que era posible dejar de controlar la vida de esa persona, solo por hoy, solo por 24 horas. Para lograrlo tuvieron que pasar dos cosas, una que cambiara el control de la vida de esa persona por el control de mi propia vida, verme de pronto con una vida que podía hacer con ella lo que quisiera, volver a sentirme libre. La otra cosa que sigue pasando es que asisto semanalmente a las reuniones para mantener ese comportamiento vivo; ahora forma parte de mi vida, como dormir, beber, comer. Las reuniones es lo que me salvó y lo único que me puede seguir salvando. Al tomar el control de mi vida me marco propósitos, prioridades, de personas, de mis necesidades, de las cosas que me sientan bien, que me aportan valor, me propongo vivir mis 24 horas más intensas, hacer, aprender, relacionarme, aumentar mi autoestima para sentirme bien, para evitar el abandono; eso me acerca a la buena vida..