Paso Nueve VI, la soledad

Llegar a un estado en el que me siento solo. Comenzar a notar que me faltan las ganas de vivir, pensar que hay algo más que mis justificaciones para estar solo, sentir la soledad no elegida. Sentirme solo. Cuando he tomado conciencia de esta situación, ha sido cuando me he derrotado y he pedido ayuda. Ha sido un grupo de personas que al igual que yo esto lo sintieron antes y ahora me ofrecen su ayuda, sin esperar nada a cambio. Ellas me hicieron ver cuál era la naturaleza exacta del problema, era yo. Mi manera de comportarme con las personas que forman mis círculos; al manifestar mi parte oscura cuando los demás no me tratan como yo quiero, intentar controlar sus vidas por el temor a perderlas, eso es lo que hace que me quede solo. Al comportarme así, consigo justo lo contrario de lo que quiero, tener más y mejores relaciones. Ahora sé que me tengo que trabajar para sentir más empatía, asertividad, escuchar a los demás, tener mejor humor y para lo que más valor he necesitado, vivir mi vida, dejar de vivir la vida de los demás, sin controlarlas por temor a perderlas. Ahora ya no tengo la sensación de soledad, gracias a la ayuda de este grupo de personas, ahora tengo una vida que quiero vivirla, en compañía de otras personas a las que manifiesto mi mejor parte, la más afectuosa. Sentirme conectado con todos, con todo, me acerca a la buena vida.